Descripción
Ingredientes: Espino Albar, Olivo, Algas Marinas, Muérdago, L-Arginina, Naranjo Amargo.
Espino Albar
Su uso ayuda a rebajar la presión sanguínea elevada al aumentar el tamaño de los vasos sanguíneos de la periferia corporal. Los principales componentes que le confieren esta propiedad son los minerales calcio, potasio y magnesio junto con los flavonoides quercetina y rutina y la vitamina C. Normaliza y regula la presión y además es un tónico cardíaco.
Olivo
Las hojas de olivo se han asociado a lo largo de la historia con infinidad de propiedades curativas, así como un gran número de usos terapéuticos entre ellos el tratamiento de la hipertensión. Actualmente es una de las joyas de la medicina natural en la lucha contra muchos tipos de cardiopatías, principalmente en pacientes que padecen de hipertensión arterial, reduce la presión arterial y dilata las arterias coronarias que rodean al corazón, reduciendo el riesgo de infarto de miocardio.
Las hojas del Olivo son ricas en oleuropeósido, un componente muy activo en el tratamiento de la hipertension, responsable simultáneamente de las acciones hipotensoras, vasodilatadoras, antiarrítmicas y espasmolíticas, y que además disminuye el LDL (colesterol “malo”) y aumenta el HDL (colesterol “bueno”).
Algas Marinas
Las algas marinas son un gran aliado para el corazón. Dichas algas fortalecen la circulación, equilibran la presión arterial, bajan el colesterol, enriquecen la sangre, aumentan la fuera contráctil de las venas y el corazón, devuelven y aumentan la eficacia del corazón, lo nutren y prolongan su vida. Favorecen el funcionamiento rítmico del corazón en todos sus aspectos.
Muérdago
El muérdago tiene propiedades que ayudan a reducir la presión arterial. El consumo de muérdago ayuda a regular el ritmo cardíaco. Además previene la arteriosclerosis, litiasis renal, afecciones reumáticas, tratamientos pre y postoperatorios de tumores malignos.
L-Arginina
El aminoácido L-Arginina es considerado el Nutracéutico más potente descubierto debido a sus poderosas propiedades curativas, los científicos se refieren a el como la Molécula Milagrosa. Las notables propiedades de L-Arginina fueron validadas con el Premio Nobel de Medicina en 1998, y desde entonces han creado un interés frenético en los campos Farmacéuticos y Nutracéuticos.
Los estudios médicos han reunido suficiente evidencia clínica para llevar a la L-Arginina al frente de la medicina moderna como un tratamiento aceptado para una gran variedad de enfermedades humanas. El fenómeno de la L-Arginina está cambiando tratamientos estándar en problemas del corazón, función inmunológica, enfermedades generadas por adiposidad, deficiencias de crecimiento genético, presión alta, disfunción sexual y envejecimiento humano.
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